viernes, 11 de enero de 2008

De boliche en boliche

La salida de la dictadura se nos hizo larga, pues aún en democracia seguían las razias, y andar por ahí de noche no era tarea sencilla. Recuerdo la gran paliza generalizada que desde los caballos recibieron varios amigos, que quedaron afuera del Cilindro la noche que tocó UB40.

Muchos recordamos al dúo Suarez & Troncoso ya entrados los noventas. Hoy actores famosos, gente de teatro y cine, por aquellos años hacían un show cómico en boliches como La Taberna de Licnobio (aún no era época de cubierto artístico, y uno compraba una Patricia de litro y te daban maní salado calentito).

Otros boliches de aquellas épocas eran el Nat Capiloncho / Cardhu Cafe, Juntacadaveres, Taj Mahal, Nuncajamás, e Intramuros.

Cada rincón tenía su mística, su gente y sus bebidas. En Nuncajamás había una ludoteca: vos pedías tu bebida y tu juego de mesa (noches inolvidables de clericó y mikado... imposible!). En Taj Mahal la sangría era estupenda: vino tinto (¿existían los VCP?) y rodajas de naranja enormes. Había otro (también en el centro pero más hacia el sur) que tenía una cerveza verde muy vistosa.

Más tarde apareció Amarillo, y siempre estuvo el Templo del Gato.
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2 comentarios:

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Ya de juntacadáveres se habló lo suficiente, posiblemente el boliche de rock de culto en Uruguay. Si tiene nostalgia por Nunca Jamás, péguese una visita por El Rocinante, que conservan un poster gigante de aquel bar. También estaba Amarillo, England, Le Tucan, entre otros.
Esto, paradojicamente, se lo dice alguien de 22 años

Mariolo dijo...

UUUHHH, como me acuerdo de esa de UB40. Estaba afuera con mi ex jermu, escuchando y de repente se armó. Nos salvamos por un pelito, nos fuimos corriendo por Centenario y ta, me enteré después de lo que pasó con los demás.