viernes, 18 de enero de 2008

Tar Jeteando

Recién en el laburo dijeron al pasar “che, que cosa al pedo” y por asociación de ideas me vino a la mente la Tarjeta Joven.
Que forreada tan grande que fueron las primeras, ¿no?
Cuado las anunciaron, parecía que los adolescentes prácticamente íbamos a vivir de arriba gracias a los espectaculares descuentos que nos iban a dar solo por tener voz aguda y granos en la cara, por lo que obviamente salí corriendo a sacarla.
Me acuerdo que cuando llegué al lugar donde te las daban (frente al Templo Ingles, lo que es igual al orto del mundo) era como estar en el set de filmación de la Guerra de los Mundos.
Cientos de pendejos frenéticos haciendo cola, desesperados por la tarjetita como si en eso se fuera la vida, como si en el final hubiese una nave espacial que los iba a llevar gratis a Neptuno.
Claro, era la primera tarjeta que teníamos y nos sentíamos importantes. El que la conseguía la ponía bien a la vista, cosa que todos vieran que era el uno porque en la billetera tenía algo más que la cédula y el carné de socio del Bohemios.
Dejate de joder, cuando vi el librito con los paupérrimos beneficios que ese gobierno ladri daba a los jóvenes, me vinieron ganas de usar la tarjeta para abrirme las venas.
Descuentos del 5 y 10 por ciento en compras de zapatos, ropa de marca, libros, dentista, paseos en pony, vueltas en las lanchitas a pedal del Parque Rodó y viajes a Europa. O sea, cosas que me importaban tres quinotos porque de última la ropa, los zapatos y el dentista me los pagaban mis viejos y de lo demás hasta el día de la fecha no he hecho usufructo.
Pero todo eso son nimiedades comparadas con el hecho de que los beneficios aplicaban solo a las compras contado.
Ya el que tus viejos no sacaran tu ropa en 12 cuotas era de potentado, y si eras un adolescente con guita seguramente ni siquiera eras uruguayo, por lo que tampoco te correspondía la tarjeta.
No se tu, pero yo… nunca tenia un peso. En la mochila estaban la boletera, la cédula, papelitos con teléfonos (no habían celulares, que queres), los trencitos de los escritos y globeros de tutti frutti.
Entonces, si de verdad me querías hacer un favor, me hubieses hecho descuento en cigarros sueltos, un chorizo de carrito, media docena de bizcochos, condones, cerveza, entradas a la pista antiboliche del Platense y un predio en el camping de Atlántida. No me vengas con beneficios en viajes a Amsterdam y textos de Física de quinto.
Yo igual la seguí sacando hasta que me salieron patas de gallo, para hacerle un gasto al estado y para refregarles a todos que todavía la sociedad me consideraba joven.
Igual creo que con los años se fue perfeccionando y agregaron más cosas. Inútiles también, pero muchas en definitiva.
Bueno, a no ser tan mala onda, a alguien le debe haber servido la tarjeta.
A mí… de posavasos, por ejemplo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

ja ja ja yo me acuerdo cuando salió que dos amigos fueron a sacarla, yo no quise ir. De hecho nunca saqué la tarjeta joven.

Pasados algunos meses mis amigos seguían teniendo la tarjeta joven... y nunca la habían usado...

je je je

Dalma dijo...

¡viste Ate!

No se si sigue existiendo esa tarjeta...

Anónimo dijo...

Sigue exisitiendo si, y te hace descuentos por ejemplo de un 5% en un Cibercafé en el Paso de la Arena, o descuento de un 3% para ver a Les Luthiers en el Conrad...

Dalma dijo...

ah!, que utilitaria!

Te cuento que hace poco escuche que la Cub no servia para un pomo porque no te daba ningun beneficio a cambio, entonces....

...Tenemos que hacer la tarjeta CUB! daríamos a todos los socios entradas a bajo precio para los partidos de baby futbol, 2,5% de descuento en helados crufi palito, 3% de descuento en clases de dactilografía en Academias Pitman y con cada tarjeta un cd de Dani Umpi de regalo.

ta...un golazo, el 2008 lo terminamos con un millon de socios (o amigos como diria Roberto Carlos)

Anónimo dijo...

ja ja ja ja no podés!

Igual no creo que el proyecto cuaje, estaríamos en la CUB más o menos 4 meses discutiendo si llevar adelante el proyecto o no, 3 meses para aprobar el diseño de la tarjeta, 5 o 6 semanas para decidir si avisamos de la nueva tarjeta en el blog o mandando un email, y así... andá sumando...

:)

Dalma dijo...

Y obvio Ate!, por el solo hecho que en el nombre de la Comunidad este la palabra URUGUAYA, estamos obligados a discutir y a burocratizar el asunto, sino ya no seria muy uruguaya que digamos.

Walter Hego dijo...

Mierda, si estaré fuera de lugar en este blog, que cuando salió la tarjeta joven ... yo ya me había pasado de edá.

Mariolo dijo...

Yo llegué a tener Tarjeta joven, siiiiii

jajaja, ¿qué se creían?, si señore/as, tuve la dichosa tarjetita y la usé varias veces. Ta, lo que me dio el tiempo pa' usarla, creo que llegué a un año porque ya quedé fuera del rango etario ...pero ta, la tuve y walter nooo ...lero lero ....jajajaja que pelotudo....

Anónimo dijo...

Servía para pedirte un heladito los lunes en McDonalds, entradas baratas en cines y poca cosa más...
La segunda edición trajo la tarjeta de débito controlada que no sirvió para nada (Banco ACAC)...
Ahora está de vuelta de manos del BROU.
El problema es que los jóvenes no generan plata como para gastarla.