martes, 29 de enero de 2008

El baile lluvia




En nuestra adolescencia, una de las cosas mas lindas que habían eran los bailes lluvia.
Ya desde la organización del evento había agite, porque había que estudiar bien a quienes se invitaba y tenía que coincidir la cantidad de ellas y ellos, para que nadie terminase planchando. No era nada fácil la cosa.
Recuerdo que a mí siempre me invitaban porque era la única que tenía un cassette con Eclipse total del corazón, Dreams are my reality, la de Tootsie y la de Reto al Destino enganchadas, bien como bailar lentas un buen rato.
Adornabamos el patio con bombitas Phillips azules, rojas y amarillas (cuando no había presupuesto las envolvíamos en papel celofán de colores y colgábamos las luces del arbolito).
El resultado: una “buat” casera de primera.

Pasábamos chiche bombón hasta la madrugada, rebobinando seiscientas veces el cassette, disfrutando la música “beat”, tomando la coca cola que traían ellos y comiendo las pizzas que traíamos nosotras.
Obviamente que en algún momento alguien te pedía para arreglar (tenías que ser moooy desgraciada para que nadie lo hiciera). Si no te gustaba mucho, igual había que decirle que sí para no quedar afuera del besuqueo, total al otro día se podía disolver el compromiso tranquilamente sin mucho llanto ni protocolo.
En fin, se hacía lo que se podía considerando que siempre venia la madre de la dueña de casa “a ver si los chiquilines necesitan algo”.
¡Que no jodiera más necesitábamos!
En serio, que ortibas que eran los padres, como si fuéramos a hacer algo pornográfico en el patio de una casa ajena.

¿Acaso no sabían que para eso estaba el Rosedal y el besódoromo?

12 comentarios:

Gabriel Budiño dijo...

Recuerdo un amigo que tenía una madera con interruptores de luz, la cual lo convertía en el iluminador oficial de las fiestas.

Había otro amigo que tenía un CD (traído de USA) pero no teníamos donde ponerlo, así que lo usaba como espejo para peinarse el jopo con gel.

Dalma dijo...

hubiese pagado por haber tenido tus amistades

ADALBERTO dijo...

Dalma: tu post me llevó a recordar también las primeras reuniones que hacíamos con amigos/as, pero eran en un departamento que habíamos alquilado con mi hermano. A veces me pregunto dónde estarán todos aquellos amigos.
Besos. Adalberto.

Gabriel Budiño dijo...

Dalma, y eso que no conocías a mi compañera de liceo que tenía un triple-cassettero, y un amigo de la escuela que tenía una "Comodor64", una joyita de la tecnología!

Eran los lujos de vivir en un barrio rico. Aguante el corralón de cuareim, y el viejo liceo 5 del Barrio Sur :)

Dalma dijo...

bien che, yo fui al glorioso Bauzá, por esos lares el que tenia walkman era Rockefeller.

Mariolo dijo...

Che che, yo fui al 19, barrio laburante y teníamos la tablita con enchufes (es más, la armamos en el ismo liceo).

Los bailes lluvia ...paaaahhhh ,, cuando laburaba en la Tienda Ibglesa (tenía 16), que buenos recuerdos, que jodas, que lindo .....
Encima te despachás, Dalma, con una expresión que me desinfló ..."la pasabamos chiche bombóm" ...
jajaja, genial.

Gabriel Budiño dijo...

Lo de "vivir en un barrio rico" fue irónico... Yo crecí en el Barrio Sur, generalmente no había un mango pero nos las ingeniábamos.

Blondiepower dijo...

Lo recuerdo.. la vieja de mi amigo siempre venia a prendernos la luz. Todos contra todos y a la semana siguiente se cambiaba de pareja sin el minimo remordimiento.

Recuerdo tambien que en mi barra yo era la unica mujer entre 14 varones y cuando empezamos a crecer un poco tuvimos que agregar alguna que otra vecinita por que si no era un embole.
Y es cierto, le decis que si solo por que el queria contigo..no importaba si a vos no te gustaba mucho.


Buenismo recuerdo.-

andres(con minusculas) dijo...

Pero eso es de 6to de escuela quiero imaginar, siempre marco el punto de quiebre a los 13 en un campamento scout de las Sierras donde apareció una cosa llamada "cortado con naranja(Tang o similares), ahi murió el baile con Coca Cola y cassetes de música pop y surgió el no ir al baile para ir al Bar Estudiantes a comprar mas de ese brebaje maravilloso. Cuantas medianoches nos vieron en Millan y Castro con una botella de Espinillar cargada con ese licor de los dioses.

Agustin dijo...

Paaa...mi viejo no me dejaba ir nunca a los bailes lluvia... entonces tenìa que inventar que eran cumples...ji, ji...

Anónimo dijo...

yo fui lo q ahora llamaria un "KCT.DJ"o"KCT.J." desde temprano en el salon(una casona ya demolida por g.pereira al lado de la decima)con la ayuda de algun compañero colgabamos luces y parlantes y ordenabamos los cassettes.pasabamos la musica e incluso complaciamos pedidos.....eso si, siempre planchabamos.

Anónimo dijo...

Recientemente he leído una novela, bastante divertida sobre esa época en Montevideo y hablaba de los bailes lluvia.